miércoles, 1 de diciembre de 2010

Vivimos vidas separadas, cada una con sus trabajos, sus pensamientos y las obligaciones morales. Pero existe algo, más o menos interno, más o menos visible, que nos hace complementarias y con necesidad de una para la otra. Parece que nuestras espaldas unidas desarrollen raíces. Y nos vamos enredándo.

http://www.flickr.com/photos/rinxolet/5214171834/

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