lunes, 6 de abril de 2009

Capítulo uno


Abres los ojos y ahí estas tú. Sentado en una vieja silla, atónico frente a una luz parpadeante pero intensa, que con su fuerza, va deslizándote hacía otra realidad.¿Quién eres?Tu estado de hipnosis te mantiene bloqueado a cualquier respuesta humana y consigue alejar tu mente del resto corporal. Dejas de ser tú. Absuelves un estado neurótico que te proporciona una paz interior, aunque no por eso, dejas de presenciar un estado melancólico y abatido.Eres joven y ya no tienes vida por delante, te has desnudado frente a tanta gente que el frío ha acabado penetrando en tu ser. Déjalo. Hoy ya no eres nada, a nadie le importas…La vida se te escapa entre los poros de tu piel y apenas sientes la brisa del movimiento. Eres un ser insensible que con el tiempo desfavorece aquello que toca, lo reconoces, eres sólo eso, tan sólo eso.

2 comentarios:

  1. Dile que cierre los ojos. Que deje de mirar esa luz.

    ResponderEliminar
  2. I han altres formes de deixar de ser un mateix.

    Quina complexitat expressiva tan simple.

    ResponderEliminar